- Un usuario de Ubuntu plantea un examen de usuabilidad con su pareja para comprobar si el sistema está al alcance del gran público.
- Le puso una serie de ejercicios que realizó casi sin problemas.
- La mayor parte de obstáculos los encontró por falta de información sobre el uso de algunos programas y la instalación de aplicaciones.
Ubuntu, el sistema operativo libre que publicó
su última versión la semana pasada,
se ha publicitado durante años como una versión de Linux "para seres humanos", un sistema que cualquiera puede usar independientemente de sus conocimientos informáticos. Pero, ¿hasta que punto es real esta afirmación?
Da algunos consejos para acercar Linux a un público más amplio
Con la intención de responder a esta pregunta, el autor de un blog llamado
Content Consumer puso ante la última versión de Ubuntu a su novia, a la que considera una usuaria media de informática pero que para nada es una experta. Y le pidió que realizara doce tareas básicas. No se trataba, como apuntan algunos de los lectores de
20minutos.es en los comentarios
, de poner a prueba las capacidades informáticas de las mujeres, sino al sistema operativo ante un usuario no acostumbrado a utilizar software libre.
La chica, llamada Erin,
debía resolver varios problemas simples, como decir cuál es la capital de Bosnia (realizando una búsqueda en internet), ver un vídeo de YouTube, descargar un disco de las
Spice Girls, grabar un CD, cambiar el aspecto del escritorio, la resolución de pantalla, editar imágenes o utilizar la mensajería instantánea.
En general, Erin
logró llevar a cabo la mayoría de estas tareas sin muchas dificultades, pero en algunos casos encontró obstáculos que, según el autor del experimento, podrían resolverse fácilmente logrando así acercar a un público más amplio a esta distribución de Linux.
En primer lugar, afirma, podría facilitarse la instalación de ciertos añadidos para el navegador que, cuando no están presentes en el sistema, impiden la visualización correcta de algunas páginas web, como YouTube.
El usuario medio no lee manualesOtro problema con el que se encontró Erin es que en los menús del sistema
algunos de los nombres de los programas no permiten identificar la tarea que puede realizarse con ellos, como le sucedió con la aplicación para descargar archivos de las redes de intercambio.
El problema, afirma, es que "los programadores geeks y los diseñadores asumen que el usuario medio tiene conocimientos" que realmente no posee". Éste, afirma, no irá a Google a buscar ayuda ni leerá la documentación que acompaña a Ubuntu, por lo que
propone que se proporcione esa información integrada en el sistema, como tutoriales o pequeñas ventanas emergentes.