El mundo de World of Warcraft recibió ayer el parche 2.4. Con él llegaron un buen montón de novedades. La principal: toda una nueva zona, la Isla de la Fuente del Sol que irá evolucionando en diferentes fases y que cuenta con dos mazmorras (una de 5 y otra de 25 jugadores) y nuevas misiones diarias.
Ayer, como ha pasado tras la aplicación de otros grandes parches o con el lanzamiento de The Burning Crusade, las nuevas áreas estaban superpobladas. Los jugadores de todos los servidores se concentraron masivamente en la isla luchando por completar las misiones. Algo incómodo (al menos hasta que se despeje un poco la zona) pero muy emocionante.
Aunque este parche supone algo más, es un caramelito, un dulce para mantener contentos a los jugadores mientras esperan la salida de la próxima expansión, World of Warcraft: Wrath of the Lich King.
Se han dado muchas fechas de lanzamiento y varios supuestos retrasos, pero según me han contado fuentes bien informadas (perdón por el topicazo), ninguna de ellas era oficial.
La situación actual es que no hay fecha de lanzamiento. De hecho, lo más probable es que la expansión del Rey Lich no llegue hasta finales de año o incluso hasta enero o febrero de 2009. Quizás este sea un buen momento para que los nuevos MMORPG arañen un poco de cuota de mercado al monstruo de Blizzard.