Los terroristas están utilizando Internet para reclutar nuevos miembros, difundir propaganda y planear ataques en cualquier parte del mundo. Pero en cierto edificio de la ciudad de Tucson, un grupo de científicos expertos en computación está usando tecnología punta y nuevos y sofisticados métodos para rastrear sus movimientos online. Con la financiación de varias agencias federales estadounidenses, Hsinchun Chen y su Laboratorio de Inteligencia Artificial en la Universidad de Arizona han creado el proyecto Dark Web, el cual aspira a recolectar y analizar sistemáticamente todo el contenido generado por terroristas en la Red.
Ésta no es una empresa pequeña. La velocidad, la ubicuidad y el potencial anonimato de los medios de comunicación en Internet (correo electrónico, páginas web, y foros de Internet) los convierten en canales de comunicación ideales para organizaciones terroristas. Como resultado, grupos terroristas y sus seguidores han creado una vasta presencia en la red. Un informe reciente estima que existen más de 5.000 sitios web creados y mantenidos por conocidos grupos terroristas internacionales, incluyendo a Al-Qaeda y cuantiosas células terroristas en Europa. Muchos de estos sitios son desarrollados en varios idiomas y pueden estar ocultos dentro de sitios web aparentemente inofensivos.
Debido a su vital papel en la coordinación de actividades terroristas, analizar el contenido de sitios web ha llegado a ser cada vez más importante para las agencias de inteligencia y otras autoridades que investigan a estos grupos, a pesar de que la cantidad de material a ser analizado es tan grande que puede abrumar rápidamente a los métodos tradicionales de monitorización y vigilancia.
Aquí es donde entra en juego el proyecto Dark Web. Usando técnicas avanzadas tales como el uso de "arañas" (programas que navegan autónomamente por Internet), y análisis de enlaces, de contenido, de autoría, de opiniones y de multimedia, Chen y su equipo pueden encontrar, catalogar y analizar actividades de extremistas online. Según Chen, los escenarios que envuelven grandes cantidades de información son retos ideales para los científicos de la computación, los cuales utilizan la potencia de computadoras y aplicaciones avanzadas para encontrar patrones y conexiones donde los humanos no podrían hacerlo por sí mismos.
Una de las herramientas desarrolladas en el proyecto Dark Web es una técnica que extrae automáticamente miles de características multilingües, estructurales y semánticas para determinar quién está creando contenidos "anónimos" online. La herramienta puede examinar un comentario colocado en un foro online, por ejemplo, y compararlo con escritos encontrados en cualquier otro lugar de Internet. Analizando esas características, puede determinar con más del 95 por ciento de precisión si el autor ha producido otros contenidos en el pasado. El sistema puede entonces alertar a los analistas cuando el mismo autor produce nuevos contenidos, así como el lugar en Internet donde el contenido está siendo copiado, enlazado o discutido.
Dark Web utiliza además arañas para buscar y rastrear hilos de discusión y otros contenidos con el objetivo de encontrar los rincones de Internet donde están teniendo lugar actividades terroristas. Pero según Chen, a veces los terroristas contraatacan.
"Ellos pueden poner trampas en sus foros web," explica Chen, "y la araña puede traer virus hacia nuestras máquinas". Este juego online del gato y el ratón significa que Dark Web debe estar alerta constantemente contra ésta y otras contramedidas desarrolladas por los terroristas.
A pesar de los riesgos, Dark Web está produciendo resultados tangibles en la guerra global contra el terrorismo.