- Las fuerzas de seguridad de EE UU creen que un adolescente está tras el asalto informático a compañías telefónicas.
- Creen que, para molestar a un rival, simuló un secuestro falseando el remitente de la llamada en la que se alertó a la policía.
Mattew, un hacker de 17 años residente en Boston (EE UU) está siendo investigado por el FBI por su posible relación con varios casos de engaños a través de las redes de telefonía. El joven puede haber estado aprovechando sus conocimientos sobre las operadoras para estafar a las telefónicas y sus clientes desde los 14 años, según informa Wired.
Aprovechando números internos y recursos propios de las operadoras Mattew ha demostrado ser capaz de hacerse pasar por un empleado para localizar llamadas, lograr servicios gratuitos, obtener datos confidenciales de los clentes o desconectar los teléfonos de sus rivales.
¿Qué rivales? Este tipo de expertos en el "hackeo telefónico" parecen adictos a las party lines, líneas de tarificación adicional en las que varias personas pueden mantener conversaciones colectivas simultáneas. Cuando se produce alguna pelea, Matt y sus colegas arremeten contra quienes les molestan.
Simulación de secuestro
El castigo más común consiste en hacer creer a la policía (falsificando el número del remitente de la llamada) que una persona llama desde su teléfono denunciando un secuestro, que alguien ha entrado a su casa a robar o a cometer algún delito. Cuando las fuerzas especiales acuden al lugar se encuentran con un sujeto asustado y desconcertado por su presencia, pues no son víctimas más que de una broma.
El FBI investiga ahora Matt por uno de estos hechos, pero según Wired tendrá difícil inculparle por la falta de pruebas y su ceguera de nacimiento.
Logra movilizar a la policía para que acuda a casas simulando la comisión de un secuestro
El adolescente es ciego de nacimiento, y forma parte de un grupo de hackers que en lugar de centrarse en el sabotaje de redes informáticas se especializa en la manipulación de las redes telefónicas, un colectivo en el que es una especie de mito. Muchos de sus colegas le consideran según la publicación tecnológica como uno de los mejores y ya fue sospechoso en una operación policial por estafas por valor de 250.000 dólares.Aprovechando números internos y recursos propios de las operadoras Mattew ha demostrado ser capaz de hacerse pasar por un empleado para localizar llamadas, lograr servicios gratuitos, obtener datos confidenciales de los clentes o desconectar los teléfonos de sus rivales.
¿Qué rivales? Este tipo de expertos en el "hackeo telefónico" parecen adictos a las party lines, líneas de tarificación adicional en las que varias personas pueden mantener conversaciones colectivas simultáneas. Cuando se produce alguna pelea, Matt y sus colegas arremeten contra quienes les molestan.
Simulación de secuestro
El castigo más común consiste en hacer creer a la policía (falsificando el número del remitente de la llamada) que una persona llama desde su teléfono denunciando un secuestro, que alguien ha entrado a su casa a robar o a cometer algún delito. Cuando las fuerzas especiales acuden al lugar se encuentran con un sujeto asustado y desconcertado por su presencia, pues no son víctimas más que de una broma.
El FBI investiga ahora Matt por uno de estos hechos, pero según Wired tendrá difícil inculparle por la falta de pruebas y su ceguera de nacimiento.
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